Nuestra primera formación para el profesorado tuvo lugar a mitad de junio en Tesalónica (Grecia) y reunió a más de cuerenta docentes y varios innovadores sociales de cinco países europeos.
Ana Echevarría se confesaba a mitad de la jornada: «No sabía casi nada de innovación social, pero ahora me parece un concepto muy potente, que entronca con la capacidad transformadora de la escuela». Ana es la directora de Los Albares, una de los colegios participantes en el primer piloto de NEMESIS.
Ella fue una de las más de cuarenta docentes (la mayoría mujeres) que asistieron a la formación organizada en Tesalónica los pasados 11 y 12 de junio. Allí, -además de ver a sus colegas de Francia, Grecia, Portugal y Reino Unido- Ana pudo compartir inquietudes y experiencias con empredendores sociales de toda Europa. ¿El objetivo? Dar los primeros pasos en el enfoque colaborativo aplicado al diseño de proyectos educativos.
«Queremos abrir el diseño curricular a otras voces, tanto del alumnado como externas al colegio, como son los innovadores sociales» – Iván Alonso, Valnalón (NEMESIS partner)
Durante dos días, los asistentes simularon la dinámica de un laboratorio de co-creación, la piedra en la que se apoya el modelo educativo de NEMESIS. «El laboratorio de co-creación es un paso más en el diseño de proyectos educativos», explica Iván Alonso. «La idea es abrir este diseño no solo a los estudiantes, sino a innovadores sociales y otros agentes que puedan ayudar a generar proyectos con un impacto más amplio en la comunidad». Iván, pertenece a Valanlón, uno de los socios de NEMESIS
A cada grupo se le asignó un emprendedor social, junto con el que establecer un primer acercamiento a sus preocupaciones e inquietudes. Para ello usaron herramientas de decisión colaborativa, técnicas de storytelling digital y estrategias para facilitar la adopción de cambios. «Como directora, las herramientas propuestas me permiten cuestionar el proyecto educativo del colegio, mejorarlo y hacerlo avanzar», reflexiona Fanny Apotheloz-Selles, docente francesa.
«Yo tenía expereciencia en proyectos de educación emprendedora, pero esto es totalmente diferente. La innovación social te abre el campo de visión», resume Marie Tomlinson, de Herringthorpe Junior School (UK). No en vano, en NEMESIS definimos la educación para la innovación social como «un proceso educativo colectivo y colaborativo para estimular la conciencia políticosocial de alumnado, de modo que puedan convertirse en motores de cambio independientemente de su orientación profesional».
Es decir, que el proyecto entiende la innovación educativa como un vehículo para impulsar el cambio social. En palabras de Catherine Bretnall, otra de las mentes detrás de NEMESIS, «se trata de definir el tipo de persona en que queremos que se conviertan nuestros estudiantes» .
En la educación para la innovación social se distinguem tres tipos de competencias: las relacionadas con la habilidad para detectar oportunidades para crear valor social, las que tienen que ver con tejer redes y colaboraciones significativas y las que se refieren a actuar en beneficio de la sociedad. Se basan en la idea del aprendizaje como experiencia colaborativa, en la que todos aprenden de todos.
Algo que también es cierto en el caso de los innovadores sociales: «No se trata solo de qué puedo ofrecer a los profesores, sino de qué puedo apredender de ellos», resalta Sam Khebize, director de Les Têtes de l’Art. Kyla Raby, una de nuestras emprendedoras invitadas, lo corrobora: «Ha sido muy interesante saber de primera mano qué cosas interesan a niños y jóvenes y escuchar las dificultades del profesorado para embarcar a los padres en estos proyectos y enfrentarse a los problemas del colegio».»Ha sido verdaderamente interesante ver cómo diferentes culturas se enfrentan al cambio», apostilla Natasha Athanasiadou, fundadora de Generation Generous.
«Mi parte favorita ha sido ver el entusiasmo de mucha gente que me anima a seguir trabajando en esta línea. Ver que hay mucha gente que piensa como yo, que tenemos mucho camino por explorar. Un camino lleno de desafíos pero apasionante, concluye Paz Fernández de Vera.
«Me voy con más preguntas que respuestas, porque cuando una colaboración es fructífera, emergen nuevas preguntas en las que no habíamos pensado», reflexiona Sam Khebize. «Llevaba mucho tiempo esperando un proyecto así, que me ayudara a convertir a mis alumnos en personas más activas en la sociedad, que sientan que pueden maracra la diferencia y transformar e mundo en un sitio mejor. Finalmente apareción NEMESIS. No puedo estar más entusiasmada», concluye Aline, profesora portuguesa en AEMaia.