La semana pasada, Irene Kalemaki (una de nuestras socias en STIMMULI) participó en un webinar organizado por School Education Gateway junto con Pascale Mompoint-Gaillard, cofundadora de Learn to Change. Su título: Developing the Entrepreneurial Citizen. Ambas participantes hablaron sobre cómo incorporar al curriculum educativo competencias relativas al emprendizaje, el pensamiento crítico y la cultura democrática.
Pascale basó su intervención en dos marcos teóricos, el Marco de competencias para una cultura democrática y el Marco europeo de competencias de emprendiemiento, conocido como EntreComp y desarrollado por la Comisión Europea. Tomándolos como referencia, para Pascale es posible desarrollar una pedagogía en la que el alumnado se convierta en aprendiz y participe de forma activa en el diseño de su educación, de modo que sea cada vez más consciente de su capacidad para impulsar procesos de cambio a partir de la puesta en marcha de proyectos con valor financiero, social o cultural.
“El docente del siglo XXI debe poner el foco en el aprendizaje en lugar de en la enseñanza» – Pascale Mompoint-Gaillard
El aprendizaje colaborativo, que pone el foco en la responsabilidad, la interdependencia, la cooperación y la igualdad, es un ejemplo de este tipo de pedagogías. Gracias a ellas, el alumnado desarrolla una mayor tolerancia y respeto por las ideas de los demás, así como un mayor sentido de la responsabilidad ante las propias acciones, una mayr capacidad de autonomía y un mayor entendimiento crítico.
Adoptar estos marcos lleva aparejados cambios en el curriculum escolar y en los sistemas de evaluación. Así, pasaríamos de un una evaluación realizada «desde arriba», con unos criterios rígidos en los que es necesario encajar, a reconocer distintos niveles de competencia. Habilidades como la cooperación, el aprendizaje autónomo, la empatía, la felixibilidad, la responsabilidad personal o el pensamiento crítico se conviertien así en criterios importantes a la hora de la evaluación.
¿Cómo pueden los docentes aplicar estas pedagogías? ¿Cómo trasladarlas a experiencias concretas en el aula? Preguntándose si sus clases contribuyen a que el alumnado sea más activo, cuántas oportunidades tienen sus estudiantes de expresar sus propias ideas y escuchar diferentes puntos de vista o con qué frecuencia se tratan asuntos relacionados con los derechos humanos, el comportamiento democrático, las justicia o la igualdad.
«Educación e innovación social comparten un mismo objetivo: empoderar las personas para que convertirlas en agentes para el cambio social» – Irene Kalemaki (NEMESIS)
NEMESIS está en consonancia con esa idea de generar cambio social mediante la educación, como bien explica Irene Kalemaki en su intervención. De hecho, el proyecto parte de la base de que tanto educación como innovación social comparten un objetivo: empoderar a las personas para que sean capaces de transformar el mundo.
Partiendo de esa base, el proyecto espera desarrollar un marco conceptual alrededor de la idea de la educación para la innovación social (Social Innovation Education, en inglés), definida como «un proceso de aprendizaje colectivo y colaborativo para fomentar la conciencia sociopolítica del alumnado, de modo que puedan ser agentes de cambio social cualquiera que sea su itinerario profesional» (aviso: definición en desarrollo).
Para nosotros, llevar la innovación social a la escuela no consiste solo en potenciar la innovación y el emprendizaje, sino competencias individuales y colectivas como la resolución de problemas de forma colaborativa, el pensamiento crítico o la toma colectiva de decisiones. En resumen, creemos que acercar la innovación social a la escuela tiene un gran potencial transformador.
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El vídeo del webinar puede verse aquí. Y recuerda: el segundo piloto de NEMESIS, previsto para septiembre de 2019, estará abierto a todas las escuelas interesadas.